algunos de los comentarios que granizaron, antes del diálogo por privado con r g, dicen:
“Baja este post. Y pídele perdón a rojo genesis la madrota del terror transexual antes q nos vayamos a la yugular todas”; “sabes que el plagio es un delito?”; “en la unam no les enseñan a citar o ke pedo”; “si no citas a @_rojogenesis como creadora del término mejor no hagas un taller bb”; “¿estudiar para plagiar?”; “al menos ten la decencia de citar a la investigadora y artista transexual @_rojogenesis”; “Que tremenda hueva ver este tipo de ‘proyectos' dónde está clarísimo el plagio”; “Qué agusto robar chamba ya hecha, échale tantito coco mejor” “Toma y recoge que se te cayó tu plagio, saluditos desde Bogotá”.
es difícil pensar que una ola de violencia así sea espontánea. sobretodo de usuarios que no me siguen. en un plazo de tiempo muy corto, entre 11:34 y las 13:02. comentarios así también aparecían en historias etiquetándome y enviándome mensajes privados, que no registré. esto enmarcó mi diálogo con r g.
en la conversación privada, r g trata de ablandar la situación, diciendo: “entiendo que quizá te haya dado vergüenza que las demás personas comentaran pero tú misma viste, hay todo un respaldo, transcurso de que eso se ha dicho, se ha elaborado”. me pregunto si eso es vagamente una forma de empatizar. sólo mencionando a los ataques para comprobar que son una muestra infalible de su autoridad.
su comunicado no retracta dicha violencia, no la condena, y de hecho la justifica. primero, menciona que citar mujeres trans es “una sobre exigencia que puede ser catalogada violenta” y que “no es violento recordarlo ni proponerlo”. lavado de manos anticipado a que alguien la fuera a tachar de violenta, casi como si algo similar ya le hubiera pasado antes. como si su “exigencia” y “propuesta” a otra persona trans hubiera sucedido en un entorno de respeto y genuina escucha. termina diciendo que esta violencia “no es un debate o forma de enojo” sino “un llamado a la reflexión”.
en la descripción de su comunicado, escribe: “no odio ni me cae mal nadie aquí” y parece que ésta es la mayor consideración que me tiene. dice que su llamado va “más allá del bufe y enojo” y que “una no puede decir nada porque la tachan y escrachan de qulera”. otra protección anticipada, (sugiriendo que ha sucedido antes) por si alguien decide enunciar la violencia de un acoso digital masivo sobre un perfil como el mío, que no podría llamarse una plataforma de tanto alcance como la de r g. como si dichas palabras justificaran, como algún acto de magia o prestidigitación, sus acciones. sus últimas palabras son “no le tengan miedo a citar, tenganle miedo a la furia de una trans desplazada. hay muchas allá afuera”. una amenaza, hacia otra persona trans, escarchado con polvito de justicia social.
la coerción por redactar un comunicado de inmediato es manipuladora. la inmediatez no permite una reflexión profunda de lo sucedido. no permite dar una visión sincera de lo que pensamos y sentimos. se presta a la imprecisión, a decir de tirabuzón lo que los agresores demandan. pero de no escribir algo inmediato, la violencia solo escalaría más y más. yo decidí escribir palabras a las que ahora no me suscribo.
esta coerción enmarcó la publicación de mi comunicado. en él enuncié que es importante el reconocimiento de investigaciones y arte locales alrededor de dichas conceptualizaciones. igual mantuve mi postura de que desconocía el trabajo de rg que implicaba distintos espacios y proyectos. y que aquello había sido un error. sugerí revisar su trabajo. ahora me atrevo a decir que he cambiado de opinión sobre esto último. al menos personalmente.
con todo y todo, me pregunto si existe alguna región, lejana, en la que la burla y el escarnio puedan estar emancipados, algún día, de ser un acto violento.